Decenas de los empleados de Carlos III reciben un preaviso de despido
Londres, 14 de septiembre de 2022 (Agencias).- En medio del duelo nacional, el rodillo administativo de la casa real británica se mantiene implacable. Unos cien trabajadores de Clarence House, la que hasta ahora ha sido sede oficial y de trabajo de Carlos de Inglaterra durante su tiempo como heredero —algo así como la Casa del Príncipe—, han recibido una nota de preaviso, advirtiéndoles de que una parte de ellos acabará perdiendo su puesto, según ha publicado en exclusiva el diario The Guardian.
En el momento en que se celebraba la vigilia por Isabel II, en la catedral de Saint Giles (Edimburgo), y el grupo de secretarios privados, contables, financieros, personal de comunicación y el cuerpo de tareas domésticas se afanaban por lograr una transición sin complicaciones, llegaba la notificación. “El cambio de papel asignado a nuestros superiores supondrá también un cambio para esta casa”, escribía a todos ellos Clive Alderton, el principal secretario privado, y mano derecha, de Carlos III. “Toda la carpeta de trabajo asumida por esta casa para gestionar los intereses privados del Príncipe de Gales, así como las operaciones y gestiones desplegadas en el pasado, ya no seguirán en marcha. Clarence House se cierra. Es previsible que la mayoría de los puestos que estaban basados en Clarence House ya no sean necesarios”, concluía la carta.
Ante la inquietud de los empleados, y el revuelo provocado por la noticia en medio de una semana de duelo nacional, un portavoz de Clarence House ha intentado rebajar el impacto, aunque sin desmentir lo principal: habrá despidos. “Como exige la ley, ha comenzado un proceso de consultas. Nuestro personal ha desplegado durante este largo tiempo un servicio leal, y aunque algunos despidos serán inevitables, trabajamos ya de modo urgente para identificar puestos alternativos a los que podamos asignar al mayor número posible de empleados”, ha asegurado.
Una pequeña parte de los trabajadores de la casa ha trabajado directamente durante muchos años al servicio de Carlos III y la reina consorte, Camila. Cuentan con su confianza personal y se da por descontado que seguirán a su servicio. Pero la mayor parte del personal trabajaba en la logística de las actividades diarias del heredero, así como en la gestión del Ducado de Cornualles, más de 52.000 hectáreas (520 kilómetros cuadrados, algo más que el municipio español de Valdepeñas (Ciudad Real) repartidos por todo el país, que abarcan explotaciones agrícolas, zonas residenciales y propiedades comerciales, y que genera una cantidad ingente de beneficio económico. Todo eso pasa ahora a manos de Guillermo de Inglaterra, el nuevo heredero, que cuenta ya con su propio equipo de trabajo y que debe incluso decidir si se trasladará a Clarence House en los próximos meses.