Procivy informa de la presencia del polvo del Sahara, sin riesgo alguno para la población
– La nube pasará a cinco mil o seis mil metros
de altura y no excederá la calidad del aire promedio.
– Días brumosos con atardeceres rojizos, por la
interacción de rayos solares con las partículas.
Mérida, Yucatán, 11 de junio de 2022.- Sin efecto
alguno en la calidad del aire para las y los habitantes de Yucatán, la
Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy) informa de manera oportuna,
como ha instruido el Gobernador Mauricio Vila Dosal, sobre la afluencia del
polvo del Sahara, este fin de semana y también a partir del martes 14 del
presente.
Como parte de los protocolos de prevención, el
titular de la dependencia, Enrique Alcocer Basto, anticipó la presencia de una
extensa nube de estas partículas, lo cual no representará riesgos para la
población, y con pase en registros del Servicio Estatal de Monitoreo y
Alertamiento (SEMA), se podrá observar días brumosos y atardeceres rojizos,
debido a la interacción de los rayos solares con este fenómeno.
De acuerdo con las imágenes satelitales y los
modelos de predicción, el paso del polvo por el territorio no excederá los
estándares promedio de calidad del aire, ya que estará, aproximadamente, a
cinco mil o seis mil metros de altura, con concentraciones de bajas a
moderadas; se prevé que abarque Yucatán, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas, y se
desplace hacia el sureste de Estados Unidos.
El funcionario aclaró que se trata de un evento
atmosférico cíclico, proveniente de África, que traen consigo los vientos del
Atlántico. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del
Agua (Conagua) confirmó este suceso y, según personas expertas, la nube de aire
caliente y seco, cargada de arena, llegaría a medir entre cuatro mil y cinco
mil kilómetros.
La longitud es mayor que la superficie de Estados
Unidos, por lo que limita, temporalmente, el desarrollo y la intensificación de
ciclones tropicales, ya que representan grandes extensiones de aire seco.
Ocurre cada año, en primavera y verano, cuando se registra altas temperaturas y
bajas presiones, condiciones que generan desprendimientos de viento cálido y
polvo, que viajan hasta el oriente de México.