De las lluvias y sequías dependerá la recuperación de campo en 2021
Mérida, Yucatán, 4 de febrero de 2021 (Agencias).- Luego de las lluvias intensas ocasionadas por tormentas tropicales y huracanes en la Península de Yucatán, campesinos de la zona comienzan con sus ciclos de siembra, pero integrantes de la cooperativa Túumben Kóoben aseguran que la recuperación del campo sólo sucederá si para el presente año no se registran lluvias o sequías excesivas.
En entrevista, Dulce Magaña, integrante de dicha cooperativa que trabaja en los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo, mencionó que el campo de esta zona del país fue afectado por tormentas tropicales y huracanes, situación que causó pérdidas de miles de productos que no pudieron ser cosechados.
El panorama también representó que las familias que se dedican al campo enfrentaran un reto económico, probablemente el mayor de los últimos años, ya que al no tener ingresos a través de sus siembras, tampoco tenían la opción fácil de hallar un empleo, por la pandemia de coronavirus (COVID-19).
“En la Península de Yucatán se han notado los problemas generados por el cambio climático y en este caso, lluvias y pandemia tuvieron doble impacto en la zona agrícola. Ya ahora, en estos primeros meses, han comenzado con las siembras, pero, ahora todos los productores se sienten con incertidumbre, porque sólo podrán tener ganancias si no hay lluvias intensas como el año pasado”, detalló Dulce.
Incluso, ella dijo que no sólo es el pronóstico de lluvias el que tienen que esperar para tener buenas expectativas, sino también el de sequías.
“Cada año se está convirtiendo en una bolita, porque no sabes si será un ciclo de mucha o poca lluvia, a tal grado que sea escasez”, agregó.
Estos panoramas en el ambiente son consecuencia de los efectos del cambio climático y Dulce Magaña especificó que un factor importante es que hay campesinos que no tienen acceso a tecnologías para revisar los pronósticos del tiempo a largo plazo, esto sumado a que ellos se guiaban por los conocimientos ancestrales que también consisten en conocer los periodos de tiempo en los cuales sembrar y cosechar.
“De todas formas, aunque sí hayan pronósticos generales, no son muy certeros por largo tiempo; puede cambiar de un momento a otro y esto lo que propicia es que cada año estemos a expensas de los cambios en el ambiente”, relató.
Asimismo, dijo que tienen testimonios de campesinos de estos tres estados de la zona y algunos reportan recuperación en apicultura y sus cultivos, pero aún están en periodo de inicio.
Al respecto, Paolo Xiú, también miembro de esta cooperativa, especificó que en los tres estados las afectaciones tuvieron distintas cifras.
En relación a estos datos, el Gobierno de Yucatán registró que luego de las lluvias, fueron alrededor de 96 mil hectáreas afectadas y en pérdidas económicas representó cerca de mil 600 millones de pesos.
“Los campesinos se ven afectados en sí por las muchas lluvias y las sequías y cada año es distinto; por ejemplo, en 2019 hubo mucha sequía y en 2020, mucha lluvia y todo esto es provocado por el cambio climático”, refirió.
De manera más detallada, explicó que la problemática del cambio climático se debe a diversas razones, entre ellas, es consecuencia de prácticas agrícolas de monocultivo, deforestación, proyectos sin planeación en la región y el incremento de la industria ganadera.
“Como consecuencia de estos cambios, los campesinos hemos tenido que adaptar nuevas prácticas, por ejemplo, hemos tenido que mover un poco la siembra y tratar de cambiar las semillas de ciclo largo por las de ciclo corto”, añadió.
Las semillas de ciclo largo son aquellas que tienen un ciclo de cuatro meses aproximadamente, mientras que las de ciclo corto, duran alrededor de dos meses y medio.
Entre las cosechas se ubican las de pitahaya, milpa, tomate, chile habanero, sandía y otros.