El agua cotiza por primera vez en la bolsa de Wall Street por temor a escasez
Nueva York, 21 de enero de 2021 (Agencias).- Por primera vez en la Historia, el agua se cotiza como un bien primario en la bolsa de Wall Street.
La emergencia climática global ha orillado a los inversionistas institucionales a optar por activos con una perspectiva más verde y sustentable para el planeta. Esto ha ocasionado un estallido de diversos instrumentos financieros enfocados a una visión más sostenible hacia el futuro próximo. Por esto, por primera vez se cotiza el agua en Wall Street.
El mercado de instrumentos derivados más grande del mundo es Chicago Mercantil Exchange (CME). Operan alrededor de 3,000 millones de contratos al año. El martes 8 de diciembre, fue esta misma institución la que lanzó el índice del Agua de Nasdaq Veles California.
¿Qué costo tiene el agua?
A pesar de que el agua es un derecho humano universal, este evento en Wall Street derivó en una pregunta válida. Al parecer, varios inversionistas en el mundo ya tienen una respuesta.
Una vez que salió a bolsa, se le asignó un benchmark con clave de cotización NQH2O. Cerró su primer día de operaciones con una ganancia del 1.06%, según cifras de El Financiero. Esto se traduce en 486.53 dólares al término del día de ayer.
De acuerdo con el sitio oficial de CME Group, la clave de cotización para el NQH2O hace referencia a una nueva solución de derivados para cubrir la exposición al precio del agua. Esto se asocia a la creciente escasez de este bien natural, que se ha propulsado en Estados Unidos.
Se considera que los futuros del Nasdaq Veles California Water Index pueden apoyar en la administración del riesgo de precio, derivado de la falta del agua que se avecina en un futuro próximo. Además, este producto es único en su tipo, en tanto que es la primera herramienta regulada de gestión de riesgos negociada en una bolsa de valores.
Hoy en día, invertir en agua es una realidad. Esta acción se tomó en bolsa para gestionar el riesgo de suministro y demanda de agua. El miedo a la escasez propulsó la creación de contratos de este tipo en Estados Unidos, pero es una tendencia que puede seguir el resto del mundo.