El PRI con doble moral a la hora de aprobar préstamos
-Solicitudes de adeudos de gobernadores de su partido los pasan sin ningún problema
Mérida, Yucatán, 13 de mayo de 2020.- El Partido Revolucionario Institucional (PRI) es muy distinto a la hora de aprobar créditos para el gobierno estatal, pues si se trata de una solicitud hecha por un gobernador de su partido, se aprueba sin ningún problema, pero si se trata de un gobernador de otro origen entonces a todo le pone trabas.
Un caso muy elocuente son los 1,500 millones de pesos que sin ningún problema y completito le aprobaron al exgobernador Rolando Zapata Bello cuando solicitó endeudar al estado para poner en marcha el programa “Escudo Yucatán”, el cual fue respaldado por los diputados del PAN, PRD, Nueva Alianza y PVEM.
En ese tiempo se tomó en cuenta que era necesario dar seguridad a todos los yucatecos y los legisladores de oposición pusieron por delante el bienestar y la tranquilidad del estado, como un elemento necesario para el desarrollo social y económico.
Sin embargo, ahora que se vive la pandemia del coronavirus, la cual ha creado una de las crisis económicas más graves en las últimas décadas, el PRI no considera importante que el estado cuente con los recursos económicos suficientes y a tiempo para reactivar la economía desde el primer momento en que se den las condiciones para activar la economía.
El PRI ha puesto trabas a la solicitud del gobierno estatal para solicitar un crédito que se aplique en la inversión y la puesta en marcha en obra pública en todo el estado, lo que permitirá la generación de trabajo y dar empleo a miles de yucatecos, lo que significará el reanudar la dinámica económica.
El PRI actúa de manera sesgada y politizando una situación en la que debiera asumir su responsabilidad social para ayudar a salir adelante a las miles de familias que han perdido sus empleos y no condenarlos a una vida en la que requieran del asistencialismo.
En otros gobiernos priistas, sus diputados han tenido mano muy ancha para aprobar créditos millonarios en obras que no eran prioritarios o que quedaron en el olvido, como los estudios para el fallido tren bala, museos abandonados, hospitales inconclusos o vialidades de pésima calidad.